martes, 14 de junio de 2011

VILLASUR DE HERREROS

Historia

Villasur de Herreros se alza majestuosamente a los pies del río Arlanzón bebiendo del Pantano de Úzquiza y enclavado en el valle de la Sierra de la Demanda. Como su nombre indica, fue Villasur tierra de Herreros, y debe su fama a la buena calidad de sus aguas que templaban a la perfección todas las herramientas de trabajo. Se jactan también en Villasur de ser los mejores fabricantes de escobas de brezo de toda la comarca.

Este hallazgo cambió radicalmente la vida del pueblo, que se benefició de la extracción de carbón durante años.
Para hablar de la historia de Villasur de Herreros hay que mencionar a la familia Assur, que a principios del siglo X se instaló en la zona que pronto denominaron Villasur, pueblo que más tarde, y debido a su manifiesta enemistad con el Conde Fernán González, decidieron abandonar. Villa Assur de Herreros, como era conocida, aparece documentada por primera vez en el año 964, pero es en 1204 cuando deja de depender de la corona para entrar en el señorío eclesiástico por decisión del rey Alfonso VIII, que más tarde entregará la villa al cabildo de la Catedral de Burgos, del que dependerá durante más de seis siglos hasta que conseguirá su independencia. La reorganización territorial del año 1833 incluye a Villasur de Herreros en el término de Burgos.



  

Por otro lado, el caserío de Villasur se aúna en estrechas callejuelas que conservan la arquitectura popular típica de la sierra de la Demanda. Se aprecia perfectamente la condición de pueblo de origen medieval, a lo que contribuye su cuidada nueva urbanización, que no rompe en ningún momento la armonía del casco urbano.


La villa se afana en la tarea de no perder sus tradiciones. Los vecinos han reformado el antiguo horno que es de uso comunal, y también se han decidido a reconstruir la antigua fragua que conservan bajo el puente del río Arlanzón. Con el mismo afán han recuperado sus fiestas más tradicionales como la de carnaval en la que aparece la popular "tarasca", la oveja churra y el arlequín que hace de director de orquesta. Tiene una pedanía, que es la cercana localidad de Urrez.



Restos de la muralla existente  de gruesas paredes de cal y piedra en su
parte baja,  encima tierra como la empleada en la elaboración de los adobes.  





Monumentos y edificios de interés

Iglesia Parroquial

Ayuntamiento


Ermita de  San Roque

Pila bautismal y fosa


Rutas turísticas

Himno a Burgos

Compuesto en el estilo del género chico, al que se dedicó casi por entero el maestro Calleja, con cierto aire de pasodoble en sus dos estrofas centrales, resulta particularmente emotivo y acertado al cantar a Burgos como "robusto poema tallado en granito", o al entonar los versos "Tierra Sagrada donde yo nací,/suelo bendito donde moriré"...con la melodía de una de las MARCHAS DE LA CIUDAD. Ésta versión, para Orquesta, en Sol mayor (la original está en La bemol), fue realizada hace unos 25 años por Salvador Vega.

 dice así:

Cantemos unidos la insigne grandeza
de nuestra Castilla, de nuestro solar,
sus piedras sagradas que son fortaleza,
y escuela y alcázar y trono y altar.

Cantemos a Burgos, tesoro bendito
que España venera con honda emoción,
robusto poema tallado en granito
cual timbre glorioso de nuestro blasón.

Aprendamos todos juntos
a cantar a nuestra tierra,
a leer en su pasado
y a labrar su porvenir,
a ofrendarle los cariños
que ardorosa el alma encierra
y a dejar bien cimentado
su potente resurgir.
(bis de la estrofa)
Tierra sagrada donde yo nací,
suelo bendito donde moriré,
yo te prometo consagrarme a ti
y dedicarte mis cariños
mis cariños más fervientes,
mis cariños y mi fe.
(bis del último verso)
(bis de la estrofa)

¡Salve, tierra sagrada de mis amores!
¡Salve, tierra adorada de mis mayores!
¡Salve! ¡Salve! ¡Salve!






El último herrero del pueblo

Como persona destacada del pueblo, merece ser recordado ÁNGEL URREZ ARNÁIZ, hijo de esta villa, que le vio nacer y ser el último herrero de aquellos que dieron su fama y nombre como VILLASUR DE HERREROS.

Hombre muy polifacético
Querido en el vecindario,
Por los favores que hacía
Cuando era necesario

A su profesión de herrero,
Que hábilmente hacía,
Otras varias añadía
Con tesón y con esmero.

Como eran: carpintero, carretero,
Campanero, relojero, cerrajero,
Herrador y Labrador,
Dejando en todas ellas,
Varias gotas de sudor.

Trabajo e inteligencia,
Era su inmenso caudal,
Para ejercer los oficios,
De una forma artesanal.

El hierro moldeaba,
Sobre el yunque y con martillo,
Con garlopa y cepillo,
La madera trabajaba,

Para darle calorías,
Al hierro en el fogón,
Empleaba el carbón,
Que con la leña hacía.




Dios le premió con una larga vida, llegando a ser CENTENARIO, por lo oque se le ofreció un homenaje en la iglesia de su pueblo, PARROQUIA DE LA ASUNCIÓN,  donde había sido bautizado.

Rodeado de sus hijos, nietos, biznietos, familiares, amigos, autoridades locales y comarcales, y vecindario que llenaba la iglesia.

Digno de mencionar la homilía dedicada en su honor y los cánticos que le ofreció la coral del pueblo, narrando su trayectoria profesional y sus extraordinarias cualidades humanas.

Falleció a la edad de 101 años, siendo honrado en su funeral por un nutrido acompañamiento.

Fue el feligrés más longevo del que se tiene memoria, de haber alcanzado tan avanzada edad.

¡QUE DIOS LE TENGA EN SU GLORIA!



 

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